Un anticoagulante que se inactiva evita el riesgo de hemorragias

Un anticoagulante que se inactiva evita el riesgo de hemorragias

Los tratamientos anticoagulantes son cruciales para controlar muchas enfermedades, como las cardíacas, accidentes cerebrovasculares y trombosis venosa, etc. No obstante, las opciones actuales conllevan un riesgo inherente de hemorragia grave debido a traumatismos o acontecimientos imprevistos: la gran mayoría, como la heparina y la Warfarina, tienen mayores o menores riesgos de hemorragia mayor, intracraneal y gastrointestinal

Desde hace tiempo se busca un fármaco o tratamiento que tenga el efecto anticoagulante pero que minimice, o elimine totalmente, el riesgo de hemorragias.

Eso es lo que acaban de anunciar un equipo de la Universidad de Ginebra (UNIGE) y la Universidad de Sydney (Australia) que ha desarrollado un nuevo anticoagulante, diseñado para tener una actividad reversible bajo demanda, con un ‘antídoto’ de acción rápida.

Este enfoque podría revolucionar el uso de anticoagulantes en cirugía u otras aplicaciones. El mecanismo de activación y desactivación del principio activo también podría utilizarse en inmunoterapia.

Los resultados se publican en ‘Nature Biotechnology’.

Nadie duda de que las terapias anticoagulantes son esenciales para controlar muchas enfermedades. Sin embargo, además del riesgo de hemorragias, tienen importantes inconvenientes, incluida la necesidad de un control regular de la coagulación sanguínea.

Alrededor del 15% de las visitas hospitalarias de emergencia por efectos adversos de los medicamentos son atribuibles a complicaciones con los tratamientos anticoagulantes, lo que enfatiza la importancia de desarrollar opciones terapéuticas nuevas, más seguras y efectivas.

El grupo dirigido por Nicolas Winssinger, de UNIGE, en colaboración con Richard Payne, profesor de la Universidad de Sydney, ha desarrollado recientemente un nuevo ingrediente activo anticoagulante con un «antídoto» contra revertir su efecto de forma rápida y específica.

Este nuevo ingrediente activo consta de dos moléculas que se dirigen a lugares distintos de la trombina, una proteína cuya acción es fundamental para la coagulación de la sangre. Después de unirse a la trombina, estas dos moléculas se combinan para inhibir su actividad, reduciendo así su efecto coagulante.

El antídoto interviene disociando estas dos moléculas, neutralizando así la acción del principio activo.

El enfoque es especialmente prometedor en el campo de la inmunoterapia

«Este avance va más allá del desarrollo de un nuevo anticoagulante y su antídoto asociado. El enfoque supramolecular propuesto es notablemente flexible y puede adaptarse fácilmente a otros objetivos terapéuticos. Es especialmente prometedor en el campo de la inmunoterapia», explica Winssinger, quien dirigió esta investigación.

Este nuevo anticoagulante podría ofrecer una opción más fiable y fácil de usar para procedimientos quirúrgicos.

La heparina, comúnmente utilizada en este campo, es una mezcla de polímeros de diferentes longitudes extraídos del intestino de cerdo. El resultado es una acción muy variable, que requiere pruebas de coagulación durante la cirugía. El nuevo anticoagulante sintético desarrollado por UNIGE podría ayudar a resolver los problemas de pureza y disponibilidad asociados a la heparina.

Más allá del problema de la anticoagulación, este concepto supramolecular de activación/desactivación del principio activo podría ser de gran interés en el campo de la inmunoterapia, en particular para las terapias CAR-T. Aunque las terapias CAR-T son avances importantes en el tratamiento de ciertos cánceres en los últimos años, su uso se asocia con un riesgo significativo de reacción exagerada del sistema inmunológico (tormenta de citocinas), que puede poner en peligro la vida.

Por tanto, la capacidad de desactivar rápidamente un tratamiento con un antídoto accesible podría representar un avance crucial para mejorar la seguridad y eficacia de estas terapias.