Flotar en una piscina con unas condiciones especiales de luz, sonido y temperatura es la innovadora terapia que propone un equipo de investigadores del Instituto Laureate para la Investigación del Cerebro en Tulsa (EE.UU.) para el tratamiento de la anorexia nerviosa.
Los primeros resultados, publicados en eClinicalMedicine, muestran que esta terapia, denominada terapia de estimulación ambiental reducida, también llamada terapia de flotación, se muestra eficaz en el manejo de algunos de los síntomas más comunes, como la insatisfacción con la imagen corporal y la ansiedad.
La anorexia nerviosa es un trastorno psiquiátrico caracterizado por pérdida de peso corporal. peso, anomalías de la imagen corporal y ansiedad.
Según detallen los investigadores en su trabajo, la terapia tuvo efectos inmediatos y sostenidos en pacientes hospitalizados con anorexia nerviosa.
La terapia de flotación (Floatation-REST) es un tratamiento no farmacológico que consiste en flotar sin esfuerzo en una piscina poco profunda de agua tibia saturada con sal de Epsom, en un ambiente a prueba de luz, sonido, humedad y temperatura controladas, y es cada vez más utilizado por el público en general como herramienta para reducir el estrés.
En el estudio, los pacientes hospitalizados con anorexia nerviosa asignados al azar a recibir terapia de flotación informaron reducciones inmediatas y repetidas en la insatisfacción con la imagen corporal y una mejor ansiedad en relación con un grupo formado por pacientes hospitalizados con anorexia nerviosa que recibieron la atención habitual.
«Este avance ofrece una nueva dirección terapéutica en el tratamiento de la anorexia nerviosa, un trastorno psiquiátrico conocido por su mal pronóstico y su alta tasa de mortalidad», subraya el psiquiatra Sahib Khalsa, autor principal del estudio.
Estos hallazgos también abren paso a nuevas formas de tratamiento para los trastornos alimentarios
Emily Choquette
Instituto Laureate para la Investigación del Cerebro en Tulsa
La ansiedad es un síntoma habitual en la anorexia nerviosa que no responde bien a los medicamentos ansiolíticos estándar, como las benzodiazepinas. Para Khalsa, «la reducción de la ansiedad inducida por la terapia de flotación en estos pacientes sugiere que esta herramienta se muestra como una potente oportunidad para tratar la ansiedad por medios no farmacológicos en la anorexia nerviosa».
Además, comenta la coautora Emily Choquette, «estos hallazgos también abren paso a nuevas formas de tratamiento para los trastornos alimentarios que, junto con los tratamientos tradicionales, pueden ayudar a aliviar las características diagnósticas de la anorexia nerviosa que son más difíciles de tratar, como la imagen corporal».
Debido a que la anorexia nerviosa es un trastorno psiquiátrico grave y persistente, la búsqueda de tratamientos eficaces continúa. «Este estudio subraya la importancia de buscar continuamente enfoques innovadores y ampliar los horizontes de las opciones terapéuticas existentes», añade Scott Moseman. «Estos hallazgos pueden allanar el camino para nuevas formas de tratamiento, como la psicoterapia asistida por flotadores, cuyo objetivo es mejorar aún más la imagen corporal y las mejoras en la ansiedad obtenidas a través de intervenciones existentes basadas en evidencia».