La Generalitat de Catalunya lanzará su cuarto nanosatélite al espacio. El ‘conseller’ d’Empresa i Treball, Roger Torrent, y la secretaria de Polítiques Digitals, Gina Tost, han anunciado este martes que la cuarta misión espacial del ‘Govern’, la “más ambiciosa” hasta la fecha, se ha adjudicado a la empresa barcelonesa Open Cosmos por un importe de 3,4 millones de euros.
La compañía será la encargada de diseñar, construir y poner en órbita un satélite de unos 50 kilos que “complementará, ampliará y mejorará” las prestaciones del ‘Menut‘, el primer dispositivo catalán de observación terrestre, que también desarrolló Open Cosmos.
Así, estará equipado con una cámara multiespectral de alta resolución y con infrarojos que le permitirá recopilar datos del área geográfica de Catalunya que después podrán ser usados para estudios de investigación, así como para mejorar la gestión del territorio y “combatir los efectos del cambio climático“.
El nuevo nanosatélite también contará con un sistema de comunicaciones IoT (las siglas en inglés para el llamado internet de las cosas) y un demostrador tecnológico en órbita. Tost ha indicado que este último es crucial para que las empresas catalanas puedan validar que sus satélites han operado de forma óptima en el espacio, lo que abre la puerta a su comercialización.
Torrent ha señalado que la fecha de lanzamiento de este nuevo nanosatélite se prevé para finales del año que viene, mientras que las primeras imágenes podrían ser usadas a mediados de 2026.
Estrategia catalana
El cuarto nanosatélite catalán, aún sin nombre, se un así a una lista formada por ‘Enxaneta‘, lanzado en marzo 2021 por la compañía catalana Sateliot; el mencionado ‘Menut’, que entró en órbita en enero de 2023; y ‘Minairó‘, también obra de Sateliot, que lo hizo en abril del año pasado.
Esta iniciativa se enmarca dentro de la estrategia NewSpace, dotada con un presupuesto de 18 millones de euros e impulsada en colaboración con el Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC), el Internet Research Center (i2CAT) y el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC).
Esta aboga por disponer de “una constelación de más de ocho nanosatélites” para 2026 cuyo propósito es posicionar Catalunya en el mapa de la emergente economía espacial, pero también ayudar a impulsar otros sectores tecnológicos como la inteligencia artificial (IA), las redes de telecomunicaciones 5G o la impresión 3D.