En un esfuerzo por fortalecer la protección del entorno marino en Panamá, se han implementado soluciones avanzadas de monitoreo y preservación. Estas iniciativas buscan mejorar la vigilancia de los ecosistemas marinos y costeros, esenciales para la biodiversidad y el bienestar de las comunidades locales.
Una de las acciones destacadas es la instalación de una boya oceanográfica de alta tecnología en el Parque Nacional Coiba. Este dispositivo permite monitorear en tiempo real variables marinas y meteorológicas, como corrientes, clorofila, oxígeno disuelto, turbidez y vientos. La recopilación de estos datos es crucial para el análisis científico y la toma de decisiones en materia ambiental y climática.
Asimismo, se han organizado seminarios especializados y científicos orientados a profesionales en el ámbito marino y ambiental, así como a estudiantes y socios estratégicos. Durante estos encuentros, se han tratado asuntos como la evaluación de variables fisicoquímicas del agua, la vigilancia de corrientes marinas y oleajes, y la puesta en marcha de sistemas integrales de observación oceánica, que incluyen boyas oceanográficas y vehículos submarinos autónomos.
Además, Panamá ha sido destacada por sus iniciativas para proteger el océano, como la recogida de desechos en las playas y la eliminación y remoción de redes fantasma. Desde 2009, las autoridades han sacado aproximadamente 5,000 kilos de redes fantasmas de sus aguas.
Estas acciones demuestran el compromiso de Panamá en la preservación de su riqueza natural y la confrontación del cambio climático, a través del uso de tecnologías avanzadas y la cooperación entre el gobierno, el sector civil y la iniciativa privada.